kimchi comida coreana

 

Me acuerdo de la primera vez que probamos el kimchi hace muchos año en un restaurante coreano como entrante. Recuerdo que lo puse en un bol de sopa bien caliente e hizo que la intensidad del sabor de la sopa se me multiplicara por cien. El Kimchi me transportó automáticamente a una tradición milenaria entre vajillas de cerámica.

Llegué a casa y me puse a investigar, me enamoré de su historia y no veo el día de ir a visitar sus orígenes. Desde ese día que hacemos kimchi de varios tipos. Para preparar el primero que hicimos en casa seguimos la receta tradicional y debo decir que he tardado un año en terminármelo. ¡Estaba tan picante que me subía el calor solo con mirarlo!

Hemos elaborado más de una docena de kimchis diferentes con varios ingredientes.

¡Hay cientos de tipos distintos conocidos de kimchi en Corea! No es increíble???

Hoy compartimos una de nuestras recetas favoritas y de las más suaves. El proceso básico consiste en salar las verduras para extraer sus jugos y luego introducir especies y otras verduras que le den el sabor picante característico y muy apreciado. Para esta receta solo necesitaréis un bote de cristal hermético (son los que llevan una goma alrededor, normalmente naranja). Recomendamos este recipiente porque al ser hermético dejará salir el aire pero no entrar, así proporcionaremos un ambiente idóneo para las bacterias acidolácticas que nos ayudarán en la fermentación de las verduras. A diferencia del kimchi tradicional, elaborado con col china, aquí hemos utilizado col blanca local y calabaza, aprovechando la temporada de otoño en la que ya estamos. La alga kombu es de Francia y a diferencia de la japonesa es más fina y por lo tanto más fácil de cortar con tijeras.


Ingredientes:

  • 1kg de col blanca
  • 300 g de calabaza
  • 1 nabo
  • 2 cebolletas
  • 1 cebolla seca
  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharaditas de jengibre rallado
  • 1cucharadita de chili
  • 1 trozo de alga kombu mediterránea
  • 20gr Sal

Preparación:

Cortamos la col y la cebolleta muy fina, y el nabo y la calabaza en trozos finos también.

Picamos la cebolla, el ajo y el jengibre y cortamos además la kombu.

Pesamos la verdura y añadimos 20gr de sal marina por kg de verdura. Añadimos el chili y mezclamos todo levemente para que la verdura vaya soltando líquido. Si hace falta dejamos reposar 30 minutos para que el proceso se termine de hacer solo.

Pasamos la mezcla al bote de cristal apretando fuerte para que el líquido vaya subiendo y no haya espacio con oxígeno entre las verduras. Llenamos el tarro hasta el bocal y lo cerramos. Ponemos un plato debajo y lo guardamos en un sitio oscuro o donde no le dé la luz directa durante 1 mes. Una vez pasado este tiempo podemos probarlo y guardarlo en la nevera. ¡Sencillo, rápido de hacer y un excelente ejercicio a vuestra paciencia para esperar el precioso mes que tenéis para disfrutarlo!