Si hay algo que me gusta mucho son las cremas, y en invierno más todavía.
Justo ayer, comentábamos una con la otra, que no subimos muchas recetas de cremas a nuestro blog porque a veces pensamos que estas recetas son demasiado fáciles para ser compartidas. Pero ya que en verdad nuestro blog tiene este propósito, las vamos a hacerlo!
La calidad de lo sencillo puede transformar una receta normal en una gourmet. Para ello, hay que cocinar con ganas y utilizar productos de calidad que hagan las recetas más sabrosas.
He añadido quinoa para que fuera una cena completa, ya que en estos días de invierno lo que queremos es acostarnos temprano y reconfortarnos rápidamente con algo ligero, calentito y nutritivo; y esta es la manera más fácil de conseguirlo.
Aquí va la receta y espero que os guste.
Ingredientes:
- 1 boniato grande
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 zanahoria grande
- 2 hojas grandes de laurel
- Media taza de quinoa roja o mezcla de quinoa blanca y roja
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
- 1 pizca de sal y pimienta negra
Elaboración:
Cortamos el boniato en dados grandes, así como la cebolla, el puerro y la zanahoria. Ésta última solo la hemos limpiado, y la cocinaremos con la piel por ser ecológica. Ponemos las verduras al fuego junto al aceite, las hojas de laurel, la sal y la pimienta.
Colocamos la quinoa en un colador para limpiarla bajo el grifo. Enseguida la juntaremos a las verduras. Removemos y dejamos cocinar 10 minutos a fuego lento.
Añadimos 3 tazas de agua, tapamos y esperamos a que se cueza todo.
Pasados unos 30 minutos, trituramos sin las hojas de laurel y la dejamos reposar y enfriar. Ya la tendremos lista para servir.