Si la vida te da cerezas solo tienes que abusar de ellas, verdad?
Después de nuestro éxito con la tarta de cerezas y tras haber inaugurado la temporada de helados en casa, queremos tener el congelador hasta arriba de maravillosos helados!! Os prometimos que publicaríamos el máximo de recetas con esta fruta considerada como símbolo de suerte y abundancia por algunas culturas y también por la nuestra, la de las alquimias veganas felices y recolectoras. Lo pienso cada vez que subo a este majestuoso árbol de mi jardín, y podría pasar horas recogiendo y comiéndomelas directamente del árbol. Os confieso que son momentos de pura felicidad!
Para realizar esta receta hemos dejado los anacardos en remojo la noche anterior, y los plátanos y las cerezas en el congelador también desde la noche anterior. Como ya os hemos explicado, los plátanos nos dan cremosidad así como nos permiten no usar otros edulcorantes. Este es un helado que se come bien a gusto si está bien dulce, así que aparte de los plátanos hemos utilizado sirope de agave. Queda riquísimo y después de pasar la prueba familiar con su debida degustación, volveré a hacer la receta para tenerlos guardados y comerlos en una tarde especial de visitas.
Ingredientes:
- 3 tazas de anacardos remojados toda la noche
- 2 tazas de cerezas congeladas sin hueso
- 2 plátanos congelados
- Medio vaso de bebida de almendras
- Media taza de sirope de agave
Elaboración:
Cogemos los plátanos y las cerezas que teníamos en el congelador.
Trituramos los plátanos con la bebida de almendras. Por otro lado, escurrimos los anacardos, les pasamos un agua debajo del grifo y los trituramos junto a las cerezas y la melaza. En una tarrina vertemos las dos elaboraciones y las mezclamos un poco, teniendo en cuenta que según la temperatura ambiente que haya durante el proceso puede ser que lo tengamos que llevar 10 minutos al congelador o quizá podamos tomarlo directamente .
