La receta del falafel es de las más sencillas y deliciosas, así como perfecta para acompañar con una ensalada colorida y una salsita refrescante como esta de calabacín.

Si alguna vez hacéis nuestra receta de calabacines rellenos, podéis guardar el interior extraído de apenas 1 calabacín, y reservarlo para hacer esta salsa.

Empecemos con la receta de falafel. He optado por germinar los garbanzos ya que los utilizaremos crudos tal como indica la receta original del falafel.

De esta manera le conferimos propiedades digestivas y conseguimos eliminar gran parte de los anti nutrientes de las legumbres. Este proceso sería ideal hacerlo con cada semilla, grano e incluso con las frutas oleaginosas.

Nuestros garbanzos han estado en remojo en bastante cantidad de agua un día entero y después los hemos guardado sin agua en un bote de cristal. Podéis ver en la foto como en la boca del bote o frasco (en nuestro caso es una jarra) hemos colocado una malla atada con una goma. Dejamos el recipiente boca abajo para que vaya escurriendo el agua sobrante que todavía puedan tener los garbanzos. 

Durante los 3 días que tardarán los garbanzos en germinar, los enjuagaremos dos veces al día y moveremos el recipiente para que los garbanzos no se amontonen siempre en el mismo lugar. 

Transcurridos 3 o 4 días ya podremos preparar el falafel. 

Ingredientes:

  • 350 gramos  de garbanzos
  • 1 manojo de perejil 
  • 1 manojo de cilantro
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolla
  • Comino, nuez moscada, sal, pimienta negra
  • Unas gotas de limón 
  • 1 chorrito de aceite
  • 3 cucharadas de harina de maíz

Elaboración:

Ponemos los garbanzos, el perejil, el ajo, el cilantro, unas gotas de limón, el comino, la sal y la pimienta en la procesadora o, en dos tandas, en el vaso de la batidora para triturarlos hasta que queden hechos puré.

Lo que necesitamos obtener es una masa grumosa, no una pasta. Pasamos nuestra masa a un bol y añadimos de 1 a 3 cucharadas de harina de maiz y volvemos a mezclar, pero esta vez lo haremos con las manos. La idea es que no se pegue en las manos. Puede ser que necesitamos probar y ajustar los condimentos según sea necesario. Dejamos esta masa reposar dentro de la nevera algunas horas. Esto ayudará a que las pelotas no estén tan frágiles durante el cocinado.

Pasado este tiempo formamos bolas con la masa del tamaño de una nuez o como croquetas pequeñas.

Podemos llevarlas al horno o, como nos hemos permitido en esta ocasión, darles una ligera fritura con aceite de coco especial para freír. Como no somos de freír, hemos optado por esta grasa que es menos termoestable.

Lo acompañaremos con la salsa lila de calabacín y una rica ensalada bien colorida y variada.

Para la salsa de calabacín:

  • El interior de 1 calabacín
  • Medio yogur de almendra
  • 10 flores de malvas 
  • 1 chorrito de aceite
  • Zumo de medio limón 
  • 1 cucharada sopera de polvo de açaí 
  • Sal,                                                                               infusionamos 1 vasito de café con agua y   las flores de malvas. Dejamos reposar 5 minutos y retiramos las hojas. La infusión la juntamos al yogurt  juntamos al yogurt.añadimos sin las flores nuestra infusion 

Elaboración:

Infusionamos media taza de agua con todas las flores de malvas, dejamos reposar 5 minutos y quitamos las flores.

la infusión de malvas la mezclamos con el yogurt  

Trituramos todos los ingredientes juntos en la minipimer. tenemos lista la salsa que dará un sabor bien refrescante así como visualmente un color muy bonito a nuestro plato.

decoramos con flores de malva y germinados de col lombarda.

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