Los alimentos fermentados son el resultado de la transformación a partir de microorganismos como pueden ser bacterias y hongos o mohos, y resultan excelentes para problemas digestivos ya que proporcionan enzimas y vitaminas que ayudan a mantener la salud de la flora intestinal.
Esto es muy importante para que podamos absorber bien los nutrientes ya que nuestro intestino alberga más de mitad de nuestro sistema inmunológico.¡Así que hay que cuidarlo!
Original de Indonesia, el tempeh está tradicionalmente elaborado con habas de soja blanca fermentada con el hongo de nombre rizophus oligosporus. Esta es una forma saludable de comer soja ya que el ácido fítico característico de las legumbres pierde su acción inhibidora de algunos minerales como el hierro cuando se somete a fermentación.
El tempeh se puede hacer a partir muchas legumbres diferentes: frijoles negros, blancos, azukis y nuestro favorito… de garbanzos. Incluso puedes mezclar una parte de cereal como la quinoa o alguna semilla como el sésamo. ¡Sé creativ@ y ya verás lo rico que está!
Para esta receta de tempeh hemos utilizado garbanzos, una legumbre muy rica en proteína que multiplica su biodisponibilidad al estar fermentada. Extremadamente rico en vitamina B12, el tempeh es una buena opción para quienes deseamos obtener un aporte adecuado de esta vitamina a través de los vegetales.
Ingredientes:
- 250gr de garbanzo
- Agua
- 1 cucharadita de vinagre de manzana
- 1/2 cucharadita de tempeh starter (rizophus oligosporus)
- Plástico celofán
- Bandeja (la típica bandeja donde venden los champiñones en las tiendas)
Remojamos los garbanzos durante una noche y los cocinamos en la olla de presión durante 1h. Lo colamos y los volvemos a poner al fuego mínimo sin dejar de remover para secarlos. Apagamos el fuego y dejamos enfriar.
Cuando alcancen los 30 grados añadimos una cucharadita de vinagre, removemos y añadimos 1/2 cucharadita de risopuhus y removemos un poco más.
Cubrimos con película la bandeja en los dos sentidos (haciendo como una cruz con el celofán), llenamos la bandeja con los garbanzos apretando bien y envolvemos una y otra vez con el film ¡sin dejar de apretar! Esta técnica requiere cierta práctica, al principio se te pueden caer algunos garbanzos entre las capas de celofán pero con el tiempo ¡ya verás lo bien que te sale el tempeh!
Finalmente agujereamos ambos lados con un palillo de madera y lo guardamos en un local oscuro a temperatura ambiente. Después de 3 días veremos que el risophus ya ha hecho su trabajo y que entre las habas ya hay un color blanquecino típico del tempeh. Le quitamos la película, lo cortamos y maceramos con tamari.
¡Estamos preparadas para elaborar deliciosas recetas ricas en proteínas!
6 comentarios
Gracias! Ya tengo el hongo y manana lo voy hacer! Les dire como me va =)
Hola! Se puede hacer la fermentación con levadura fresca de panadero?
Hola Nuria. Para hacer el tempeh necesitas el rizophus oligosporus..con otro hongo no funcionaria para este efecto.
Lo puedes conseguir en internet ecológico.
Un saludo
He visto ayer una foto de vuestro tempeh de alubias negras! Son las mismas cantidades de la receta aquí arriba? Tengo todo listo pero no estoy segura que cantidades para empezar. Muchas gracias. Me llamo Sol
Hola! siii exactamente.